Recuerdo mi primer contacto con Apple, era algo revolucionario, la torre y el monitor todo en uno. en una palabra ¡Alucinante!. Entraba al aula de informática de la academia mirando para esa obra de arte que tenían en el mostrador de atención al público; y un día, al haber varios pc's estropeados en el aula, me mandaron a mi a hacer mi curso de Excel al Mac verde-azulado.
Despúes de 5 minutos de luchar contra el ratón-hamburguesa de un solo botón, pedí por favor que me cambiaran de ordenador, las funciones más básicas en Excel, realizadas a través de botón derecho-selección en un pc, se volvían un grave quebradero de cabeza en Mac. Reconozco mi torpeza, y (tenía 10 años) se puede atribuir a mi comodidad y a mi falta de conocimiento.
No volví a tener contacto con ningún producto Apple hasta que mi novia se compró un ipod Mini, era algo revolucionario, el control del desplazamiento a través de la rueda táctil, la organización de la música era perfecta....pero para utilizarlo necesiamente tenías (y tienes) que utilizar el software incluido (itunes) que, para gustos colores, pero a mi me parece muy lento y para nada intuitivo.
Llegó despúes el Macbook de mi novia, y con él la sensación mejoró notablemente con respecto a las anteriores experiencias. Pero al comparar pc's de las mismas prestaciones, eran todos considerablemente más baratos, y los del mismo precio tenían unas mayores prestaciones.
Y nos plantamos con mi primer producto Apple, el iPod Touch, revolucionario, táctil, con una interfaz asombrosamente intuitiva, sencilla y amigable (si se me permite la traducción literal)
pero seguía tenindo el problema de la obligación de utilizar itunes (tremendamente lento, sobre todo después de conocer Amarok)(¿y los usuarios de linux?), añadiéndole además el problema de que viene tremendamente capado. Me explico, el ipod Touch tiene hardware suficiente para convertirse en un auténtico netbook....pero el software lo impide, y con las limitaciones que tiene la App Store, nos encontramos con que estamos pagando por aplicaciones que no tienen acceso completo al dispositivo. (Esto también vale para Iphone/3G)
Pero lo de esta semana creo que ha sido pasarse; estoy de acuerdo con que el iPod shuffle vuelve a ser un prudicto revolucionario, por peso y diseño, pero la obligación de utilizar los auriculares incluídos con el reproductor (malos e incómodos hasta decir basta) o comprar un adaptador (nada barato) para poder conectar otros cascos me parece que es una práctica monopolística e injusta para el comprador.
Así que, señor Steve Jobs, le aconsejo que revise una parte muy importante de la estrategia comercial de Apple, ya que somos muchos los que alucinamos con los diseños, pero los precios nos parecen abusivos, o a los que simplemente les parece una buena compra, pero ciertas limitaciones u obligaciones los hecha para atrás.
Atentamente: Fran <321>
Un bico e unha aperta
| Tweet |
0 comentarios:
Publicar un comentario