Hoy, tras un pequeño (gran) descanso, tengo que volver a la
rutina. Volver a la soledad, volver a las largas mañanas y largas tardes. Sabía
que quizá esto iba a ser lo más duro, pero ¿tanto?. Mi cabeza da vueltas,
intento hacer que se calle. Este otoño que nunca llega va a ser largo, pero
vendrán el invierno y la primavera; y serán más largos.
Una noche, muchos besos, muchas lágrimas; hace una
eternidad, pero es mucho (muchísimo) menos de lo que queda.
Mi cabeza sigue dando vueltas, ya no intento que se calle, al
menos la mayor parte del tiempo es capaz de ofrecerme conversación.
El Sol ya se ha ido, tras un precioso atardecer; mañana
volverá a salir, y mi día volverá a empezar.
Los casuales compañeros que disfrutan esta maravilla conmigo
se van. Sólo quedo yo.
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3 comentarios:
"Este otoño que nunca llega va a ser largo, pero vendrán el invierno y la primavera; y serán más largos."
Es lo mejor que has escrito. Pero espero que estés equivocado... Ojalá mis días se acorten para el invierno.
Gracias por el halago, aunque sea un agradecimiento anónimo
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