Hoy en día sigue siendo mayoritariamente habitado por afroamericanos, siendo uno de los centros neurálgicos de la cultura musical de Nueva Orleans.
Nos situamos en este barrio, tres meses después del fatídico Huracán Katrina que destruyó o inutilizó la mayor parte de la ciudad. Este es el contexto que nos presenta el genial David Simon (The Wire).
El piloto arranca con la primera "parade" tras el huracán, decenas de músicos se unen para crear música, que es el hilo conductor de toda la serie, la música y los músicos son lo que importa, (junto con otras historias que nos enseñan cómo fue el despertar de Nueva Orleans).
David Simon vuelve a crear un universo entero para su serie, como ya lo hizo con "The Wire", y aunque de momento todavía es muy pequeño, me da la sensación de que crecerá poco a poco a medida que avance la serie, como pasa en "The Wire".
De esta serie hereda también dos actores, Wendell Pierce, que interpreta a Antoine Batiste trombonista con una vida familiar un tanto desordena que trata de buscar conciertos para ganar algo de dinero con el que poder sobrevivir y Clarke Peters que da vida Albert Lambreaux un afroamericano líder de una tribu de "Mardi Gras Indians" (una especie de tributo carnavalero a las tribus indígenas norteamericanas).
Junto a ellos, cabe destacar a John Goodman, uno de los más destacados del cast, que interpreta a un profesor de universidad cabreado con la gestión de la crisis.
La primera temporada de esta serie consta de 10 capítulos y se emitió en la HBO la pasada primavera, y en unos quince días se estrena la segunda, serie totalmente recomendable. (Se hace casi imprescindible verla en versión original (subtitulada))
Un bico e unha aperta
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